ESTOS PÁRRAFOS SIGUIENTES LOS ENCONTRAMOS EN UN TEXTO IMPRESO EL CUAL NO ESTABA COMPLETO Y NO SE SABE QUIEN ES EL DUEÑO DE SU AUTORIA, MANIFIESTO AMPLIAMENTE QUE NO ES DE NOSOTROS ESTA OBRA PERO SE RECONOCE QUE ES UN CONOCIMIENTO VERÍDICO Y SABIO EN ESENCIA GRACIAS A QUIEN SEA EL AUTOR POR ATINADAS PALABRAS.
Muchos
queremos que nuestras vidas sean diferentes y decimos buscar la felicidad y la
plenitud, sin embargo, no las experimentamos como nos gustaría. Y de hecho uno
de los grandes problemas son nuestras creencias, creemos que esa plenitud está
fuera de nuestro alcance y que no es para nosotros. Así expresamos una y otra
vez esa realidad, y mientras más lo hacemos, toma más fuerza y es lo que
materializamos en nuestra vida. Imagínate a una persona que repita una y otra
vez “A nadie le parezco atractivo”, “Yo soy enfermizo”, “El dinero nunca me
rinde”, “Parece que la felicidad no es para mí”, justamente aquello que dice
querer evitar, es lo que está reafirmando en su vida. La vida es lo que tú
crees que es.
Los seres
humanos somos realmente especiales y cada uno de nosotros creamos las
circunstancias de nuestra vida, aunque la mayoría de las veces no lo hacemos de
forma consciente.
Fuiste
dotado de un poder maravilloso, el poder de la palabra hablada. Cada palabra
que verbalizas tiene incluida la fuerza de tu pensamiento y la energía de tu
corazón. Tus palabras moldean tu mundo de formas que a veces no alcanzas a
imaginar. Tú tienes la posibilidad de manifestar en tu vida todo aquello que
quieras, y esto lo puedes hacer a través de tus palabras. Y una de las mejores
formas de practicarlo es por medio de los decretos.
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