martes, 18 de noviembre de 2014

EL PODER DE NUESTRA PALABRA

ESTOS PÁRRAFOS SIGUIENTES LOS ENCONTRAMOS EN UN TEXTO IMPRESO EL CUAL NO ESTABA COMPLETO Y NO SE SABE QUIEN ES EL DUEÑO DE SU AUTORIA, MANIFIESTO AMPLIAMENTE QUE NO ES DE NOSOTROS ESTA OBRA PERO SE RECONOCE QUE ES UN CONOCIMIENTO VERÍDICO Y SABIO EN ESENCIA GRACIAS A QUIEN SEA EL AUTOR POR ATINADAS PALABRAS.



Muchos queremos que nuestras vidas sean diferentes y decimos buscar la felicidad y la plenitud, sin embargo, no las experimentamos como nos gustaría. Y de hecho uno de los grandes problemas son nuestras creencias, creemos que esa plenitud está fuera de nuestro alcance y que no es para nosotros. Así expresamos una y otra vez esa realidad, y mientras más lo hacemos, toma más fuerza y es lo que materializamos en nuestra vida. Imagínate a una persona que repita una y otra vez “A nadie le parezco atractivo”, “Yo soy enfermizo”, “El dinero nunca me rinde”, “Parece que la felicidad no es para mí”, justamente aquello que dice querer evitar, es lo que está reafirmando en su vida. La vida es lo que tú crees que es.

Los seres humanos somos realmente especiales y cada uno de nosotros creamos las circunstancias de nuestra vida, aunque la mayoría de las veces no lo hacemos de forma consciente.


Fuiste dotado de un poder maravilloso, el poder de la palabra hablada. Cada palabra que verbalizas tiene incluida la fuerza de tu pensamiento y la energía de tu corazón. Tus palabras moldean tu mundo de formas que a veces no alcanzas a imaginar. Tú tienes la posibilidad de manifestar en tu vida todo aquello que quieras, y esto lo puedes hacer a través de tus palabras. Y una de las mejores formas de practicarlo es por medio de los decretos.

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